Un hombre de 35 años, Robinson D.R., de nacionalidad colombiana, con antecedentes policiales y una orden de expulsión, murió ayer por la tarde al lanzarse por un acantilado al mar en Castro Urdiales cuando la Guardia Civil trataba de identificarle.

El suceso se produjo alrededor de las seis y cuarto de la tarde en la zona de la depuradora de aguas residuales, en la carretera entre Castro y la pedanía de Cerdigo. Una patrulla del instituto armado localizó un vehículo sospechoso estacionado junto a la carretera, al borde del mar, en una zona transitada por paseantes. Los agentes pidieron a los dos ocupantes del coche que se identificaran, pero uno de ellos no llevaba documentación encima y no aportaba datos claros, según informó anoche un portavoz de la Guardia Civil.

El hombre indicó a los guardias que unas viviendas próximas se encontraban unas personas que podían identificarle. Los dos miembros de la patrulla le acompañaron caminando hasta el lugar señalado. De repente, el hombre, presa de la locura, empezó a correr y se lanzó al agua desde un acantilado de unos 20 metros de altura. En esta peligrosa zona han fallecido numerosos pescadores, muchos perceberos, en los últimos años debido a caídas accidentales. Antes de que se arrojara, los guardias llegaron a advertirle a gritos que subiera, que se trataba de una mera identificación, pero el hombre, desesperado, se tiró al mar.

De inmediato, se movilizó un amplio dispositivo de búsqueda para intentar rescatar a Robinson D.R. Miembros de la DYA, acompañados de guardias civiles, bajaron con linternas por la escarpa, pero «ya no se le veía». El mar se lo había tragado. Probablemente, había fallecido debido al impacto, aunque la baja temperatura del mar le habría causado una hipotermia en cuestión de minutos. Por tierra también fueron movilizados los Bomberos de Castro, que no llegaron a intervenir, y por agua participaron una zódiac de Cruz Roja, una patrullera de Aduanas que se encontraba en la zona, la salvamar 'Alcione' de Salvamento Marítimo desplazada desde Santurtzi y un helicóptero del Gobierno de Cantabria.

Pasados veinte minutos, los miembros de operativo localizaron el cuerpo ya sin vida de Robinson D.R. Se encontraba flotando a unos 100 metros de la línea de costa. El cadáver fue trasladado hasta el puerto de Castro y quedó depositado en la caseta de Cruz Roja a las 19.30 horas, a la espera de la llegada de la comitiva judicial. El coche en el que se encontraba la víctima quedó requisado por la Guardia Civil.