Lo responde la famosa sexóloga Alessandra Rampolla en su libro “La diosa erótica”. Su plan: activar algunos “disparadores” para alcanzar el máximo placer.



“Los estudios indican que los orgasmos múltiples en las mujeres son bastante comunes, y dada la técnica correcta y el deseo de la mujer de experimentarlos, pueden lograrse”, opina la sexóloga Alessandra Rampolla en su libro “La diosa erótica. Cómo adueñarte de tu potencial sexual”, de Editorial Sudamericana.

“Cuando hablo de orgasmos múltiples no quiero decir que se tienen diecisiete orgasmos toditos a la misma vez. Es más bien que se tienen varios orgasmos, uno detrás del otro, en serie o en secuencia, sin que el cuerpo pase a su fase de resolución”, agrega la sexóloga.

Algunos disparadores orgásmicos

En su libro, Alessandra brinda estos consejos para alcanzar el clímax:

* Tensioná tu cuerpo. Durante la excitación sexual, contraé deliberadamente los músculos de tus piernas, brazos, abdomen y pies. La tensión corporal a veces es una respuesta automática y el aumento voluntario de ella a menudo facilita el orgasmo.

* Contraé tus músculos vaginales. Este movimiento enaltece la excitación y te mantendrá enfocada en las sensaciones genitales.

* Perdete en una fantasía. Leé un pasaje de algún libro erótico o mirate en el espejo durante la relación sexual. Estimulá tu mente.

* Jugá con la respiración. Intentá aguantar la respiración por un momento; respirá profunda, rápida y llanamente.

* Dejate ir. “Actuá” tu orgasmo. Mové la pelvis. Decí palabras sexys en vos alta, para que vos misma te escuches.

* No te concentres únicamente en tu vulva. Explorá diferentes zonas erógenas: senos cuello, costados, muslos, vientre bajo, etc. (conocelas mejor en esta nota).

* Incursioná en prácticas de sexo tántrico. También es beneficioso anotarse en clases de yoga.

“Si bien toda mujer tiene el potencial de experimentarlos, hay que tener en cuenta que son sólo una opción más. No hacen a la mujer más ´completa´ ni más sexual ni nada por el estilo. Por lo tanto, no deben ser vistos como una gran meta, porque la misma ansiedad por lograrlos puede boicotear la experiencia”, concluye Alessandra.