Un adolescente vestido con uniforme rojo entró en el inmueble e hizo detonar una carga explosiva que cargaba justo en el momento en que los soldados realizaban su práctica de rutina la mañana de hoy.
El número de muertos en un ataque suicida en un centro de reclutamiento en la ciudad de Mardan, en el noroeste de Pakistán, aumentó a 51 y los heridos suman 40, reportaron autoridades locales.

Un adolescente vestido con uniforme rojo entró en el inmueble e hizo detonar una carga explosiva que cargaba justo en el momento en que los soldados realizaban su práctica de rutina la mañana de hoy.

En uno de los peores ataques contra las fuerzas de seguridad paquistaníes en los últimos meses, las autoridades se encuentran perplejas sobre cómo se introdujo el menor hasta el interior del centro a pesar de los controles de seguridad.

A pesar de su aparente disfraz, la capacidad del atacante para pasar con explosivos en las instalaciones sin ser detectado reveló una grave falla en los controles del centro militar.

La zona, donde se encuentran otros centros de formación castrense, está por lo general fuertemente custodiada por el ejército, luego de un ataque similar a las instalaciones en 2006 que dejó un saldo de 35 soldados muertos.

Un oficial de la policía de Mardan indicó que el suicida adolescente llevaba el uniforme de una escuela ubicada en la zona, el Colegio Aziz Bhatti.

El menor se inmoló a las 08:00 horas locales (03:00 GMT) cuando los reclutas estaban haciendo entrenamiento físico en el patio de armas, señaló.

La policía acordonó el lugar de los hechos, y ha iniciado la búsqueda de posibles cómplices del suicida, reportó el canal paquistaní de noticias DawnNews.

La ciudad de Mardan se encuentra en la provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, a 30 kilómetros de su capital, Peshawar.

El atentado en el noroeste de Mardan mostró que a pesar de años de operaciones del ejército contra los escondites de los talibanes y otras milicias islámicas en la frontera con Afganistán, los combatientes conservan su capacidad de atacar.

El grupo Tehrik-i-Talibán se ha adjudicado la autoria del atentado en Mardan.

El primer ministro paquistaní Yusuf Raza Gilani condenó el atentado y ha hecho un llamamiento para que estos cobardes ataques no debiliten "la moral de las agencias de seguridad y la determinación de la nación para erradicar el terrorismo".