Investigadores del Hospital General de Massachussets descubrieran que pueden alterar la esperanza de vida de moscas y ratas de laboratorio con cierto tipo de drogas. Los investigadores parten de dos bases para defender los resultados de su fórmula de la “eterna juventud”: los cambios en los genes simples y la dieta conocida como restricción calórica.
El nuevo descubrimiento pretende que los medicamentos utilicen los beneficios de ambos experimentos anteriores en un medicamento que sea capaz de unir sus resultados y prolongar la esperanza de vida de las personas.
Se trata de los activadores de sirtuino, unas drogas, capaces de reducir las calorías en los organismos y que según investigaciones anteriores permite junto con el resveratrol (un ingrediente de las uvas) sirven en contra de enfermedades como la diabetes y podrían contribuir a combatir el envejecimiento.
Sin embargo, estos medicamentos no han sido aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos, que no admite el envejecimiento como una enfermedad y por tanto, no consideran necesario el uso de medicamentos para revertir sus efectos.
Los investigadores han decidido ignorar los argumentos pesimistas de los biólogos expertos en evolución que rechazan que la vida humana pueda ser alterada con medicamentos, es decir, que una pastilla no podría rejuvenecer un organismo.
"Mi regla empírica es ignorar a los biólogos evolucionistas porque siempre están diciendo lo que uno tiene que pensar", sostuvo Gary Ruvkun, del hospital general de Massachussets.
En esta última, los ratones son sometidos a una dieta en la que se reduce en 30 % el consumo de calorías, lo cual, según los expertos, llega a aumentar hasta en un 40% su esperanza de vida, aunque los hace menos fértiles.
El descubrimiento de los cambios en los genes simples está relacionado con la regulación del cuerpo en cuanto a crecimiento, metabolismo y reproducción. Al parecer estos cambios presentan caminos bioquímicos similares a la restricción calórica y también aumentan la calidad de vida.
Los biólogos trabajan en identificar estos caminos y desarrollar drogas que puedan tener los mismos efectos. Una simple pastilla podría proteger a los organismos del proceso degenerativo que conlleva el envejecimiento haría que una persona pudiera disfrutar de más años con buena salud, aunque no extendiera su calidad de vida.
