Como ya sabemos, la hoja es una de las partes más importantes de las plantas, puesto que es la parte de la planta que está encargada de realizar la función clorofílica.
Es por ello que si en pleno verano, dejamos expuestas a los rayos solares algunas hojas de los árboles, permaneciendo todo el día expuestas al sol. Pero cuando las tocamos sentimos que están frías como si no hubieran sido expuestas a los cálidos rayos. Esta es una de las maravillas con que tropezamos al observar los importantes órganos de la planta que son las hojas.
Su constante frescor se debe al hecho de evaporar constantemente una cantidad considerable de agua, residuo de las complicadas transformaciones químicas que se producen en sus partes internas. La evaporación es precisamente la causa de este beneficioso descenso de la temperatura.
¿Por qué el trébol proporciona fertilidad al terreno?
El trébol es una planta muy conocida. Todo nosotros sabemos distinguirlo entre las demás hierbas de los prados y jardines. Pues se trata de un vegetal muy importante, no sólo por su amplia utilización como planta forrajera, pues sino también porque el terreno en donde crece adquiere ciertas propiedades que enriquecen los suelos y al cabo de algunos años ofrece una mayor fertilidad.
Sus raíces presentan pequeños abultamientos que contienen unas bacterias especiales, capaces de absorber el nitrógeno de la atmósfera y de fijarlas al terreno. Dado que las substancias nitrogenadas son las más utilizadas por las plantas, el terreno que haya experimentado el beneficioso efecto de las raíces del trébol resultará, automáticamente, más adecuado que otros terrenos para un posterior cultivo.
El trébol es una planta muy conocida. Todo nosotros sabemos distinguirlo entre las demás hierbas de los prados y jardines. Pues se trata de un vegetal muy importante, no sólo por su amplia utilización como planta forrajera, pues sino también porque el terreno en donde crece adquiere ciertas propiedades que enriquecen los suelos y al cabo de algunos años ofrece una mayor fertilidad.
Sus raíces presentan pequeños abultamientos que contienen unas bacterias especiales, capaces de absorber el nitrógeno de la atmósfera y de fijarlas al terreno. Dado que las substancias nitrogenadas son las más utilizadas por las plantas, el terreno que haya experimentado el beneficioso efecto de las raíces del trébol resultará, automáticamente, más adecuado que otros terrenos para un posterior cultivo.