MAS COMPLICACIONES. Las autoridades esperan más tormentas en la zona, que afectarían las tareas de rescate. REUTERS
Cinco días después de que las lluvias desataran inundaciones y grandes deslaves en uno de los peores desastres naturales vistos en el país vecino, la cifra de muertos sigue creciendo mientras los socorristas llegan a más áreas y excavan buscando cuerpos enterrados en el lodo. El pronóstico indicó que se esperan más lluvias para la jornada.
El Ejército ayudó con el rescate de 110 familias en áreas aisladas en Teresópolis, donde 263 personas murieron, pero las víctimas reclaman cada vez más ante lo que perciben como una falta de ayuda gubernamental para distribuir bienes básicos y encontrar cuerpos. Aunque las donaciones de alimentos, agua y comida llegan de otras partes del país, muchas personas en zonas remotas carecían de suministros básicos.
"¿Qué se puede sentir en un momento como este? Vacío", dijo el hijo de un dueño de una granja al canal televisivo Globo News, cerca de los escombros que había en la antigua propiedad familiar.
Dificultades
La extensión de los daños representan un desafío para Dilma Rousseff, la nueva presidenta de Brasil, y expuso grandes fallas en la planificación para emergencias y prevención de desastres en un país que aspira a obtener el estatus de nación desarrollada en los próximos años. La mandataria visitó la región el jueves y prometió un rápido esfuerzo de socorro, pero aún debe enfocarse en algunas de las áreas más afectadas.
El Gobierno federal destinó 780 millones de reales (U$S 463,5 millones) en ayuda de emergencia y Rousseff declaró tres días de duelo. Autoridades sanitarias advirtieron a la población sobre las enfermedades que podrían contraerse a través del agua de lluvia contaminada. (Reuters)
