Realmente, no me lo esperaba cuando Apple dio a conocer que el iPad y los nuevos iPhone empezarían a venir equipados con microprocesadores de producción propia, los A4 primero y probablemente A5 para la próxima generación, pero a largo plazo el tiro podría salirle por la culata a la compañía de la manzana, por lo menos parcialmente.
La de Steve Jobs no es una compañía de semiconductores dedicada al diseño y fabricación de microchips, si no una diseñadora y vendedora de electrónica de consumo con un marketing que crea escuela. Otras son las encargadas de llevar un poco más allá la tecnología de los microprocesadores, y es por ello que en su aventura con el PowerPC, Apple se alió con IBM y Motorola, porque estas dos últimas aportaban larga experiencia e infraestructura. Pero ahora Apple vuela en solitario, lo que quiere decir que tiene que llevarlo todo ella, desde el diseño hasta la producción de los chips (aunque esto último seguramente se derivará a uno de los fabricantes asiáticos con los que está trabajando la compañía de Cupertino).
Mucho me temo que la atención de Apple va a tener que dividirse entre los chips y los aparatos que los utilizan, y que esto va a ir en detrimento de la unidad de semiconductores. No creo que se note ahora, ni a lo largo de este año, si no dentro de muchos meses, cuando nVIDIA y Qualcomm principalmente, pero también posiblemente otros constructores de chips, le pasen por delante en prestaciones a los diseños de Apple por poder dedicar a sus creaciones más atención y, con ello, más recursos.
Se rumorea que nVIDIA va a presentar en el Mobile World Congress un Tegra 3 con cuatro núcleos para smartphones y tablets. Si semejante espécimen llega al mercado, no quiero ni imaginar la potencia que podrá proporcionar a los smartphones basados en Android, que se harán atractivos incluso a ojos de muchos usuarios convencidos del iPhone, ya que por su potencia y capacidades multitarea podrán llegar a realizar muchas más operaciones que él, lo que implica mayores posibilidades para las aplicaciones: reconocimiento y transcripción de voz en tiempo real, gráficos 3D de alta definición y muy fluidos, multitarea con aplicaciones muy pesadas (edición de documentos en OpenOffice o similar mientras se reproduce una película en HD en un monitor externo, por ejemplo), etc.
Evidentemente, estoy especulando, y todo depende de la actitud que Apple tenga hacia su división de semiconductores; si esta es correcta y su desarrollo avanza a la par que los chips de nVIDIA, Qualcomm y las demás, no tendrá nada que temer, pero si se relaja o le da menos recursos porque prima más otros aspectos de su operativa, los chips pueden convertirse, paradojicamente, en su Talón de Aquiles.
Fuente: http://www.imatica.org/blogs/evangelista/2011/01/260180912011.html
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